( Post rescatat de la primera època de Cròniques criolles)

A principios del siglo XX por penurias económicas y por la guerra del Rif, cuatro de los cinco hermanos Olivella i Saloni, Josep, Rosa, Jaume y Andreu, se vieron obligados a marchar de Catalunya en búsqueda de un mundo mejor. Salvadora, mi abuela, se quedó para cuidar a sus padres i salvaguardar el pequeño patrimonio familiar, mi abuelo, Amado Ferrer, los ayudó a huir por los Pirineos. Después de muchas penurias, Josep Olivella i Saloni llegó a México, justo entiempos de la Revolución Mexicana, y en breve se reagrupó con sus otros tres hermanos. Todos se casaron allí, Josep por poderes con su novia de Barcelona, Benita Soler, Rosa esposó con un prominente negociante catalán establecido en Toluca, Lázaro Vendrell, originario de Ordal del Penedés, Jaume casó con una catalana de Santa Margarida i els Monjos, Balbina Carbonell y Andreu contrajo matrimonio con Beatriz de Landero una aristocrática dama descendiente de uno de los últimos Virreyes de la nueva España.
Mientras mis abuelos permanecieron en una España cerrada, pobre y miserable. México acogió de buen grado a el resto de los hermanos donde con muchos esfuerzos y tenacidad consiguieron situarse y consolidar su futuro mejorando substancialmente su posición social. Nuevos miembros de la familia Olivella nacian en un nuevo mundo.
Años más tarde, mi padre, Josep Ferrer i Olivella, después de luchar y ganar en una guerra, que nunca quiso hacer, se vio obligado a alcanzar a sus tíos, acompañado de mi madre Teresa Sandoval y de mi hermana mayor Eulalia, buscando también un país mas abierto y con más oportunidades.
México les integró permitiendo siempre conservar sus costumbres y creencias.
Este video pretende ser un sentido homenaje a todos ellos, catalanes valientes que llegaron a un México acogedor donde pudieron labrarse un futuro más digno para ellos y unas nuevas generaciones de mexicanos catalanes que nunca han olvidado sus orígenes y que sienten un profundo orgullo de ser fruto de esas gentes y de formar parte de estas dos grandes naciones, Catalunya y México.


La familia Olivella hacia el último cuarto del siglo XIX

(Mis tatarabuelos)

(Daguerotipo colección fotográfica de Margarita Arasa i Ferrer)